Padre Casimiro Iraola SDB, a sus 85 años, nos muestra una fortaleza que sólo los hombres de Dios la poseen, en donde el tiempo transcurrido, sus múltiples operaciones, las dolencias de sus articulaciones y sus alergias, pasan a segundo plano cuando se trata de trabajar con y para los jóvenes y niños de los oratorios Festivos Salesianos de Piura y Castilla.
Es como un roble, que cobija bajo su sombra a los catequistas e imparte su sabiduría con cada uno de nosotros para poder cobijar a todos los niños y jóvenes que tenemos a cargo, tratando en todo momento de hacerlos buenos y honrados ciudadanos en estas tierras áridas y llenas de calor norteño, que tanto lo necesitan.
Gracias Dios por poner un ejemplo de entrega y dedicación hasta el último esfuerzo, tal como lo hizo Juan Bosco con sus jóvenes en Turín (Italia) acá nosotros tenemos a un Don Bosco vivo y para nosotros… nuestro Casimiro…!
Oremos por él, para que nos siga acompañando y que Dios bendiga cada una de las obras que él dirige…
Gracias por ser nuestro Padre, Maestro y Amigo…
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